Las escuelas y centros educativos deben formar a sus estudiantes con el objetivo de ofrecer conocimiento, valores e información académica que les sirva en su vida futura. Sin embargo, su labor debe ir más allá para lograr que sus alumnos no sean sólamente grandes estudiantes, si no que además, se conviertan en mejores ciudadanos. La mejor forma de lograr un crecimiento integral comienza por ofrecer a los estudiantes un entorno escolar seguro.
¿Pero qué es un entorno escolar seguro?
Un entorno escolar seguro es ofrecer a todos quienes conviven en las instalaciones escolares, pero sobre todo a los estudiantes, la tranquilidad de saber que prácticamente no corren ningún tipo de peligro mientras estén ahí. Desde seguridad ante posibles delitos, accidentes, fenómenos naturales y de salud, hasta protección ante conflictos entre los propios estudiantes como violencia y acoso escolar.
Es por ello que el Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica publicó los métodos idóneos para lograr un entorno escolar seguro y libre de violencia y acoso escolar, el cual, según su metodología se procura a través de medidas preventivas y correctivas por parte de las autoridades escolares, pero se logra mediante la participación conjunta de toda la comunidad y se debe enfocar en tres puntos principales:
En estos tiempos el debate es sobre la tecnología en la comunicación ¿Nos afecta más de lo que nos beneficia? El tema tiene varias tonalidades, aunque internet y las aplicaciones móviles pueden motivar a los niños y adolescentes a aislarse, a ser dependientes, sedentarios y a encontrar entretenimiento nocivo, lo cierto es que también nos permiten acceder a contenido útil y adaptado, los padres, por ejemplo, pueden brindar mejores contenidos a sus hijos en relación con lo que puede ofrecer la televisión y existen contenidos que mejoran la atención, lectoescritura, memoria y cálculo mental.
Es bien sabido que todos los medios digitales pueden ser herramientas para realizar el más cruel ciberbullying, pero también existen esfuerzos por ofrecer opciones positivas para detener el fenómeno del acoso escolar.
Pensando en ello Fundación en Movimiento lanzó en 2014 su aplicación Bullysemáforo, una herramienta vía web compatible para PCs, dispositivos Android e iOS diseñada para prevenir, detectar e incluso resolver casos de acoso escolar.
El viernes 2 de febrero, un día antes de hacer su primera comunión y justo despues de regresar de la escuela, Juan Jesús "N" llegó a su casa corriendo y aterrado por alguna circunstancia que, aunque seguramente tenía otra solución, para él se redujo a una sola: Quitarse la vida. Tomó algunas agujetas y las amarró con unas cintas para colgarse como pudo. Un primo suyo llegó pasadas algunas horas, lo descubrió e intentó ayudarlo, pero su esfuerzo fue inútil. Paramedicos confirmarían momentos después, pasadas las 5 de la tarde, que el adolescente había logrado suicidarse.
Algunos conocidos, impactados por el suceso, no atinaron a explicar cómo es que una persona de tan corta edad había tomado una desición tan drástica así de rápido. Aunque los familiares y vecinos, ante los hechos, recordaron que el muchacho ya tenía problemas con algunos de sus compañeros y que varias veces incluso, tuvieron que ayudarlo a quitarselos de encima cuando, enhardecidos, lo agredían con piedras palos o botellas.
Escuchándolos, no es tan dificil concluir que, el bullying resultó después de todo, la alarmante causa por la que Juan Jesús se quitó la vida.
Las autoridades escolares se contradicen, aseguran que tienen protocolos de detección y atención al fenómeno, pero que dependen de la denuncia de los padres de familia o de las propias víctimas, incluso anunciaron con apuro el lanzamiento de una aplicación de denuncia de acoso escolar, de la cual no se dieron muchos detalles, pero que parece apresurada por el suceso, pero tardía a final de cuentas.
Desde pequeños, cuando ingresan a primara o incluso desde preescolar, niños y niñas de la zona indígena de la comunidad de San Ildefonso, en el municipio de Amealco de Bonfil, en el estado de Querétaro, están obligados a cambiar su lengua materna para poder sobre llevar su vida estudiantil sin ser objeto de burlas y acoso por sus compañeros a causa de hablar otomí y no español.
Se tienen registros de que éstas burlas suceden desde preescolar y hasta nivel superior en donde la exclusión, discriminación y burlas se presentan incluso fuera de los planteles educativos ya que, regularmente, los indígenas emigran desde sus comunidades para acudir a los planteles educativos en ciudades del estado en donde se vuelven blanco fácil de la discriminación por gran parte de la sociedad.
La Casa Otomí ofrece cursos para menores donde se imparte gramática de la lengua y la importancia de preservarla, además de ofrecer opciones para defenderse ante los actos de acoso de sus compañeros.
El profesor Manuel Cruz Varela afirma que los casos han motivado incluso denuncias ante la fiscalía ya que vulneran los derechos básicos de las mujeres, sin embargo el fenómeno sigue sucediendo año con año:
“Se da más en la educación básica pero cuando son adultos y tienen que salir de la comunidad a comercializar sus productos, la sociedad de las zonas urbanas los señalan y nuestra gente debe estar lista para afrontar los malos comentarios”.
En Durango las mujeres se ven obligadas a dejar sus usos y costumbres
Mientras tanto, en Durango, mujeres universitarias provenientes de comunidades indígenas, se ven en la necesidad de abandonar sus usos y costumbres para no ser víctimas de bullying cuando emigran hacia las ciudades donde se encuentran los planteles universitarios. En algunos casos, las estudiantes llegan a la capital acompañadas de sus familias, esta circunstancia motiva a que mientras ellas son víctimas de bullying en sus escuelas, sus familias sufren discriminación en las calles de la ciudad o en sus viviendas, razón que obliga a las universitarias a abandonar sus estudios sin que exista un plan ayuda o apoyo por parte de las autoridades para evitar que sus derechos sean afectados.
El reciente video conocido por todos en el que un grupo de adolescentes de la Escuela Secundaria Técnica 55, Jesús Reyes Heroles en Cd Sahagún Hidalgo, golpean durante varios minutos a su compañera después de insultarla de manera cruel ante varios testigos, demuestra que además de existir una crisis importante de valores entre las nuevas generaciones se presenta una crisis de empatía, la cual es más alarmante aún ya que vulnera todas las características que nos unen no sólo comos sociedad si no, incluso, como especie.
La falta de empatía demuestra muchas carencias por parte de una persona con su entorno. Los expertos dicen que sucede por lo general a causa del narcisismo; yo dejo de ser empático -cuando sólo me importo yo y aumenta mi arrogancia y mi soberbia-. Una persona con poca empatía, sólo le importa ella misma, es egoísta y poco comprometida.
Sin embargo, las medidas tomadas por las autoridades escolares en torno al caso superan cualquier límite de alarma: Las menores agresoras se hicieron acreedoras en un principio a sólo tres días de suspensión, lo que obviamente provocó la indignación de los padres de familia al considerar que el castigo no reflejaba la gravedad del violento hecho ocurrido.
Después de manifestaciones pacíficas por parte de los padres de familia afectados y de reuniones extraordinarias con las autoridades escolares, finalmente se acordó cambiar de plantel a las alumnas agresoras y comprometer a sus padres a iniciarlas posteriormente en un tratamiento profesional psicológico.
Amy “Dolly” Everett, de 14 años, tenía un rostro angelical y era modelo de una reconocida marca de sombreros en Australia, este hecho, no sólo significó una vida especial para ella, también la orilló a convertirse en víctima de acoso cibernético. El acoso que recibió avanzó hasta el punto en que la única salida que pudo encontrar para librarlo fue el suicidio.
Su familia responsabilizó del deceso de "Dolly" la semana pasada al acoso cibernético, pero no ha dado detalles sobre el bullying o la causa de la muerte. Sin embargo el caso ha marcado a todos en su país natal y en las redes sociales, en donde decenas de miles de usuarios han manifestado su indignación y su preocupación por las consecuencias que puede traer el acoso a través de los medios digitales.
Al afirmar que eligió poner fin a su vida para escapar al acoso, la compañía que la eligió como modelo dijo: “Es inconcebible pensar en que alguien pueda sentirse tan abrumada que el suicidio sea su única opción”.
Su padre, Tick Everett, al lado de su esposa Meg y su hija, lanzó un llamado para que los padres hablen con sus hijos sobre sus relaciones y el acoso cibernético.
“Hablen aunque les tiemble la voz”, dijo. “Pongan un alto al bullying y sean amables y háganlo por Dolly”.