Zaldívar dijo que el caso entró a la Corte y lo atrajeron para fijar un precedente.

Relató que el niño de 7 años fue humillado por sus compañeros y esta humillación era alentada por la profesora. A pesar de que la madre del menor acudió en varias ocasiones a la escuela para que no permitiera esto, no le hicieron caso.

“La escuela fue informada varias veces. La madre lo tenía probado y aceptado por la escuela. Como todo acto u omisión que ofenda o agreda física, patrimonial o socialmente a un niño o adolescente tenemos que evitarlo”, dijo el ministro.

Explicó que el amparo fue contra la decisión del juicio que en primera y segunda instancia las resoluciones fueron totalmente desfavorables para la madre y el niño.

Zaldívar dijo que al final de la sentencia se convoca a lograr un cambio de cultura y responsabilidad, porque “este tipo de daños a veces llegan a ser irreparables”, y se exhorta a todas las autoridades para que se establezcan protocolos y medidas contra el acoso escolar.

“Estamos mandando un mensaje muy claro. El bullying no debe ser tolerado y quien no cumpla para prevenir y reparar puede estar sujeto a una sanción de índole económica”, dijo.

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