Sobre el proceso, explicó que estudios psicológicos señalaron que la niña fue víctima de acoso y hostigamiento y que pudo ser comprobado por su comportamiento. Incluso la menor fue perseguida por las redes sociales, indicó.

También criticó que los padres de las adolescentes acusadas no dieron la debida importancia al caso y nunca las sometieron a un estudio psicológico, que fue requerido por la Justicia.

"Los padres manifestaban que era la denunciante es la que tenía problema y no sus hijas. Por eso nunca le dieron la importancia", afirmó.

Las pruebas del acoso se comprobaron por los mensajes de texto extraídos de redes sociales, por las cuales sometían a su víctima sistemáticamente.

Dago Roberto Fernández, especialista en ciberbullying, mencionó que según pruebas debidamente documentadas se demostró que existió el maltrato hacia la menor.

La ley contra el acoso escolar en las instituciones educativas entró en vigencia el 6 de julio de 2013 y en este caso es el primero donde se llega a una sentencia.

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