CIUDAD DE MÉXICO.- Un nuevo estudio publicado por la American Journal of Psychiatry encontró que los efectos por bullying no solo duran en el periodo de la niñez sino que se extienden a la adolescencia y la edad adulta. Los autores instan a tomar el bullying de forma tan seria como se haría con cualquier otra forma de abuso infantil.
El estudio siguió a más de 7,700 niños cuyas familias fueron parte del Estudio Nacional Británico de Desarrollo Infantil, que captura los datos de todos los niños nacidos dentro de una semana en 1958 en Inglaterra, Escocia y Gales. Los padres proporcionaron información acerca de los niños, incluidas las experiencias con bullying, cuando tenían 7 y 11 años de edad.
El 28% de los niños había sido intimidado ocasionalmente y 15% con frecuencia. Los niños fueron seguidos conforme envejecían. Casi todos los niños que sufrieron de bullying presentaban problemas a través de su vida. Ser acosado, ya sea ocasional o frecuentemente, se relacionó con angustia psicológica de los 23 años a los 50 años. Ser acosado con frecuencia se asoció con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y suicidio a los 45 años. También estaba relacionado con una peor función cognitiva a los 50 años.
El equipo también encontró que la intimidación está vinculada aniveles educativos más bajos y una mayor probabilidad de estar desempleado. Las personas que habían sido intimidadas también eran menos propensos a vivir con un compañero o cónyuge y menos capaces de llamar a amigos en el caso de enfermedad. No solo están menos satisfechos con su vida en el presente, pero esperaban estar menos satisfechos en el futuro.
"Nuestro estudio muestra que los efectos de la intimidación son todavía visibles casi cuatro décadas más tarde", comentó el autor del estudio, Ryu Takizawa, del Instituto de Psiquiatría del King College de Londres. "El impacto de la intimidación es persistente y generalizada, en la salud, actividad social y situación económica", agregó.