Washington— Armado con un par de cuchillos, Alex Hribal, un estudiante de 16 años, se cobró ayer venganza contra 21 de sus compañeros y un guardia de seguridad por un supuesto caso de 'bullying' o acoso en una escuela preparatoria en los suburbios de la ciudad de Pittsburgh, en Pennsylvania.
El incidente, que conmocionó a la sociedad estadounidense, se produjo a primera hora cuando la escuela preparatoria Franklin Regional, ubicada en el Condado de Westmoreland, apenas había abierto sus puertas.
Aunque agentes del FBI investigan el incidente, los padres de algunos de los alumnos se hicieron eco de las versiones según las cuales el agresor había sido víctima de 'bullying' y ayer se dejó llevar por un ataque de rabia y venganza contra más de 20 personas que fueron trasladadas a varios hospitales de la zona.
“Los pasillos por donde pasó el atacante estaban llenos de sangre. Todo se produjo en medio de una gran confusión porque alguien disparó la alarma de la escuela”, dijo un estudiante a la NBC. “De repente, vimos cómo algunos estudiantes salían corriendo y llenos de sangre, mientras otros gritaban histéricos”.
Según Thomas Seefeld, el jefe policial en la ciudad de Murrysville, el estudiante fue interceptado por uno de los profesores del plantel y un guardia que recibió una puñalada en el abdomen. “El muchacho fue acuchillando a todo el que se cruzara en su camino”, señaló Seefeld.
“La mayoría de las víctimas presentan heridas en el plexo solar o en el abdomen. Cuatro de ellas se encuentran graves porque las heridas fueron tan profundas que afectaron varios órganos”, aseguró el doctor Mark Rubino, del Hospital Regional Forbes, al describir el caótico escenario que se produjo con el arribo de una veintena de víctimas a la unidad de emergencias de esa unidad hospitalaria.
Washington—La gravedad de algunos heridos hizo necesaria su evacuación en helicópteros. Los más delicados fueron trasladados para su inmediata intervención quirúrgica en hospitales de la zona como el Regional de Forbes y el Hospital de la Universidad de Pittsburgh. Aunque la escuela Franklin Regional cuenta con un equipo de seguridad, el atacante aprovechó el inicio de clases para ingresar con dos cuchillos.
“Todo es muy extraño. El es un chico muy reservado. Muy tímido. Casi nunca hablaba con nadie. No salía o formaba parte de ningún grupo”, aseguró Mia Meixner, una alumna de la preparatoria que conocía al atacante, pero que ayer era incapaz de explicar o entender los motivos detrás de un arrebato de rabia y violencia. “Su rostro era como el de un loco que actuaba a diestra y siniestra”, añadió.
“No sabemos aún los motivos de este estudiante. Pero, a diferencia de un atacante que usa armas de fuego, que puede actuar fríamente, quien agrede con un cuchillo o una navaja lo hace con una enorme carga de odio sobre sus víctimas”, consideró el sicólogo Jeff Gardere.
El presidente Barack Obama fue informado de la situación a bordo del Air Force One mientras se dirigía a la base militar de Fort Hood, donde, junto con su esposa, participó en la ceremonia luctuosa para rendir tributo a la memoria de tres militares asesinados la semana pasada por uno de sus compañeros, el soldado de origen puertorriqueño, Iván López. (J. Jaime Hernández/El Universal)
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