Ciudad Valles.- En la escuela Adolfo López Mateos de la colonia Doracely, un niño de nueve años le confesó a unos jóvenes del Colegio de Bachilleres que todas las noches pensaba en el suicidio, porque sufría de golpes y maltratos de parte de sus compañeros.
La asignatura de Acción Social, llevó a alumnos de este instituto de nivel medio superior a realizar un estudio sobre el problema de bullying, tema que en un principio según relataron los propios estudiantes, era fácil y de moda, todo sobre el maltrato a menores, desde la violencia psicológica, hasta la física.
Ya con toda la información de cómo detectar y sobre todo prevenir que entre estudiantes de nivel básico se genere el bullying, decidieron llevarlo a la práctica y eligieron a alumnos de la escuela primaria Adolfo López Mateos, ubicada en la colonia Doracely, del turno matutino.
Sin embargo sus planes cambiaron a última hora y les designaron un nuevo grupo, alumnos de cuarto año, pero del turno vespertino del mismo plantel, 30 niños de apenas 9 años de edad.
La pregunta de inicio fue si algunos de ellos sufrían el maltrato por parte de sus compañeros, los 30 levantaron la mano, todos se señalaban entre ellos mismos y la mayoría reconoció que ya no querían ir a la escuela para no toparse con las agresiones de sus compañeros de grupo.
Desde el aventón, los apodos, hasta agresiones ya mas fuertes era lo que a diario se hacían entre ellos, muchos aunque no sabían leer y escribir, pero a decir de su profesor de clase con las nuevas reformas educativas no podía reprobar a ninguno, eran niños con fuertes problemas. Pero uno de ellos llamó la atención de los estudiantes del Cobach, al cual sólo identificaron como Toño, quien de repente comenzó a llorar aparentemente por nada, pero al acercarse para identificar cuál era su problema, este pequeño de apenas 9 años de edad, se atrevió a decirles que era víctima de violencia.
Y es que aunque ya lo había comentado, tanto a sus maestros como a sus padres no le creían o simplemente le decían que tenía que aguantarse, pero la tortura que vivía a diario reconoció que lo había llevado a pensar en la muerte. Y confesó que todas las noches pensaba en matarse con un cuchillo, incluso como una rutina llevaba el arma blanca a su cuarto para encajárselo “para ya no sufrir más violencia”.
Pero molesto, mencionó que siempre cuando ya había tomado esta determinación de quitarse la vida, le hablaba su madre para algo.
Ante la preocupación de que este pequeño pudiera escapar por la puerta falsa, los alumnos decidieron dar a conocer el caso de Toño, para que las autoridades competentes se preocupen por una realidad como lo es la violencia que muchos niños viven en la escuela.
Ver nota en contexto original | Vía Pulso Diario de San Luis