Caso 1: Las organizadoras de peleas de Tlalpan
Según testimonios de padres de familia, alumnas de la escuela Secundaria #276 "Juventino Rosas", se han dedicado durante los últimos meses a organizar peleas entre alumnas, las cuales suceden tanto en la hora de entrada como en la de salida, para publicarlas en redes sociales y meditizar los pleitos. Padres de las víctimas aseguran que han denunciado los hechos ante autoridades escolares sin recibir respuesta alguna. Los pleitos no han sido erradicados y han motivado a que, alumnas víctimas, muestren síntomas de depresión y estrés post-traumático al negarse a acudir a la escuela.
Los padres de familia han tomado las publicaciones de los actos violentos como medios para difundirlos y exigir acciones claras para detnerlos.
Caso 2: Los alumnos damnificados que no son bien recibidos
A raíz del sismo del pasado 19 de septiembre, el Colegio Von Humboldt quedó dañado e imposibilitado para seguirse utilizando como centro educativo, razón por la que las autoridades escolares decidieron reubiucar a los alumnos temporalmente en las instalaciones de la escuela No. 21 "Jovita Elguero". El hecho, que aparentemente no debería significar mayor complicación, motivó a que estudiantes de ambas instituciones protagonizaran una pelea campal a lo largo de la calle Canario a unos metros de la delegación Álvaro Obregón, en aparente muestra de no ser bienvenidos .
A pesar de la presencia de los cuepros policiacos capitalinos, la violencia no se detuvo en ningún momento y las escenas de alumnos agrediéndose unos con otros fueron registradas por telefonos celulares de estudiantes y testigos para ser compartidas a través de las redes con el fin de obtener aceptación y demostrar superioridad.
Cómo lograr una solución del fenómeno
Según un testimonio publicado por el sitio "UNAM Global", el alcance de los abusos es mayor debido a las redes sociales: “La viralidad de fotos y videos ejerce presión en los jóvenes, un acto de burla o violencia llega a más personas”, afirma Concepción Zamora, Maestra en Psicología por la UNAM. Por lo que estamos viviendo la era en la que no sólo basta generar violencia, ahora es normal hacerla "viral" para demostrar poder y obtener popularidad.
La oferta de herramientas digitales para mediatizar los hechos violentos es basta, por lo que intentar detener esta tendencia a través de medidas prohibitivas puede resultar inútil. La única forma de atender esta práctica es inculcando valores en los estudiantes desde la familia, con ejemplos prácticos que dejen clara la fuerza e importancia del amor y cariño familiar. Para ello los padres de familia pueden recurrir a todas las herramientas posibles ofrecidas por insituciones escolares y de ayuda social, para lograr que en conjunto con el personal escolar, se erradiquen estas prácticas... ¿Existe alguna otra medida que pueda ayudar a terminar con estos sucesos?