En este grupo, la depresión se manifestó en un 12,3%, las autolesiones en un 14%, y el 16% de ellos informó de ansiedad.
Las niñas fueron ligeramente más propensas a ser víctimas de "bullying" entre hermanos que los niños, especialmente en las familias donde había tres o más hijos.
Los hermanos mayores resultaron a menudo ser los responsables.
En promedio, las víctimas dijeron que la intimidación entre hermanos había comenzado a la edad de ocho años, según el estudio.
Más que burlas
La autora principal del estudio, Lucy Bowes, del departamento de política social e intervención en la Universidad de Oxford, dijo que aunque no podían decir que la intimidación fue lo que causó la depresión, el resultado fue significativo.
"Tenemos que cambiar nuestro enfoque sobre esto. Si esta situación se produjera en un entorno escolar, habría repercusiones", dice.
"Se puede estar causando daño a largo plazo. Tenemos que investigar más, pero también necesitamos padres que escuchen a sus hijos", añadió.
Y agregó: "No estamos hablando de la clase de bromas que a menudo se da en las familias, sino incidentes que ocurren varias veces por semana, en los que las víctimas son ignoradas por sus hermanos o hermanas, o son objeto de violencia verbal o física".
Emma Jane Cross, de la organización caritativa para la prevención de la intimidación, Beatbullying, dijo: "Ser acosado de niño puede tener un efecto devastador que dura toda la vida. Los padres que están preocupados por este tema deben hablar con sus hijos tan pronto como sea posible antes de que el problema se intensifique".
"Es importante hacer frente a los problemas subyacentes detrás del "bullying" más frecuente en lugar de descartarla como rivalidad normal entre hermanos".