Idalia, la maestra de bachiller que, tras haberse sentido agredida por sus alumnos en las redes sociales, decidiera darles un escarmiento a sus agresores, grabando su regaño en video, hoy vive una crisis profesional no deseada.
Ajena a al entorno que viven miles de maestros en todo el país que defienden sus derechos laborales más allá de la justicia educativa, Idalia está sobre expuesta al público y a la crítica; mención aparte es referir que fue enviada al rincón de de una sala administrativa.
La profesora de Cbtis 103 de Ciudad Madero Tamaulipas, descubrió que en la red social Twitter, había insultos de alumnos en su contra; decidió reprenderlos y grabó el antecedente por medio de algunos otros alumnos, pero algo no salió bien: el video fue subido a otra popular red social, YouTube, y tuvo un efecto viral (sus más de 3 millones de visitas en el principal lo demuestran).
La decisión de la escuela de bachiller público, que es catalogada como una de las más estrictas del estado, decidió suspender a la alumna agresora, y mandar a la banca a la maestra, sin embargo, ésta última, hoy siguen siendo víctima de lo mismo que la motivo a esa reprimenda, ciberbullying.
Memes, hashtags, videos chuscos, parodias, insultos, burlas, inundan el entorno virtual de la realidad de la maestra Idalia, que fue retirada (provisionalmente, asegura su director) de la docencia, aunque con la posibilidad que la dirección encargada de esa área educativa tecnológica media superior, lo cual lo lleva también al sitio de infractora o presunto culpable.
Ella reaccionó, y quizás no de la mejor manera, a una agresión por parte de sus alumnos, venido a bien de una generación cada vez más automatizada, y también agresiva. Y no es una postura en una defensa a la profesora, pero, hay mayor malicia y menos responsabilidad, y también, más independencia. Con esto se pone en la mesa que los chavos llevan mano.
Soy de aquellos que considera que en su adolescencia también abusaron de esa irresponsabilidad, pero el problema no es la actitud de los jóvenes involucrados, porque eso ha existido siempre (antes de esta nueva generación sin nombre, les decían abusadores, pandillismo), sino que la falta de actitud y autoridad en torno a una reacción oficial.
Las agresiones virtuales sobre pasan la preparación pedagógica de los educadores, y quiere decir que las nuevas generaciones son cada vez más severas e insensibles o, tienen mayores herramientas, y entonces el daño es mucho mayor a una cartita o una travesura.
Entonces el problema también rebasa, aunque debe ir de la mano, con la educación y el re alzamiento de valores en casa, sino también con la preparación de profesores, una mayor capacidad, pero sobre todo, también de las instituciones y de los propios padres de familia, una mayor otorgamiento de autoridad y credibilidad a los maestros, lo cual para evitar cualquier atrocidad, debe venir involucramiento de por medio.
Mientras tanto yo veo, a una maestra castigada, arrinconada e ironizada en las redes sociales, por defenderse de un ataque de ciberbullying.
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