Es muy diferente la sensación que tengo con los alumnos, pues nos encontramos de todo, desde el alumno rebelde que lo toma con indiferencia, el que pone atención, el que es muy distraído, etc. Al irnos desenvolviendo cada uno de ellos va reflexionando sobre el por qué somos una generación muy violenta como tal, que en verdad somos alumnos que rompemos reglas, en el que los valores ya no están tan fortalecidos como antes, en el que si nos detenemos por un momento a pensar “¿A donde voy?, ¿Qué quiero de mi?, ¿Lograré salir adelante con esta actitud tan arrogante que tengo?”, es ahí donde todo cambia.

Lo que más me impacta y me llena de felicidad, donde puedo decir que dejé sembrada la semilla de la belleza, de la paciencia y la esperanza, es cuando realizo una dinámica que consiste en hacerles dibujar algo que los haya marcado para toda la vida, al principio muchos lo toman a risa pero al pasar unos minutos todo el ambiente se transforma, y ves sus caritas concentradas en lo que dibujan, pasado el tiempo les pedimos que nos expliquen qué es lo que dibujaron y es ahí donde yo puedo entender que esta generación es agresiva o pasiva, pues en cada dibujo hay una historia fuerte que muchas veces ni el mejor amigo la sabia. En Zinacantepec conocí a una chica que levantó la mano porque quería explicar su dibujo, el cual consistía en una oreja. Con lágrimas en los ojos, empezó por pedir perdón a todos sus compañeros por ser grosera y agresiva con ellos, nos contó que ella padece de sordera, (no recuerdo qué tipo), la cual le impide escuchar a sus compañeros y de impotencia contestaba grosera y se alejaba de ellos porque no comprendía lo que intentaban decirle y se sentía excluida. En ese momento sus demás compañeros la abrazaron, y comprendieron la situación, pues antes la tachaban como la antisocial, pero no era porque ella quisiera si no porque no escuchaba muy bien. Fue así como en ese salón compartieron sus experiencias, mismas que los dejaron marcados y los motivaron a comprometerse a cambiar para ser mejores.

Así como este caso hay muchos que me ha dado oportunidad Fundación en Movimiento de conocer. Por que cuando logro sensibilizar a los alumnos es ahí donde concluyo mi trabajo, y así arrancar el otro para fortalecer sus sueños.

Pues es ahí donde descubres el origen del problema, ¿Por qué tenemos alumnos agresivos o pasivos?, ¿Por qué muchos de ellos, en su mayoría sufren problemas en casa, desde económicos, perdidas de seres queridos, papás con adicciones, mamas solteras, familias disfunciones, maltratos, etc. Y es ahí donde los maestros deben observarlos y entablar una empatía con sus alumnos para ofrecer solución a los problemas que hoy en día experimentan al vivir en un entorno de violencia escolar.

“Si solo pudiéramos ver la belleza que puede dar la paciencia, seriamos diferentes. Porque tenemos una ventaja porque mientras más difícil más grande ES EL TRIUNFO.”