El presente trabajo, debido a la gran escasez de estudios sobre violencia en el contexto áulico, se trata de una investigación de tipo exploratoria. Cuyo principal objetivo, será conocer los factores que generan actitudes violentas en el aula, debido a las interacciones de_ los sujetos dentro de la misma._

Se tratará de determinar: si la exposición a medios de comunicación con contenidos violentos genera actitudes violentas en el aula; si el contexto socioeconómico actual promueve actitudes violentas en la misma; si la falta de espacio físico adecuado en el aula genera también actitudes violentas. Además se intentará corroborar: que la falta de apoyo de las autoridades institucionales y de los padres hacia el docente, genera actitudes violentas en el aula; que la falta de coherencia entre el discurso y el accionar del docente genera actitudes violentas en el aula; que la permisividad de actos de indisciplina genera actitudes violentas en el aula; y que el sedentarismo y el aislamiento en el tiempo libre de los alumnos genera actitudes violentas en el aula.

*DEFINICIONES*.

La violencia se puede definir como el uso de una fuerza abierta u oculta con el fin de obtener de un individuo o grupo lo que no quieren libremente.

El tema de la violencia está estrechamente vinculado al poder, toda situación de violencia es una situación de poder.

Al analizar la manera en que se ejerce el poder en la sociedad lo hacemos desde una concepción jurídica.

Foucault señala que existen redes sociales en las cuales el poder circula y que el ejercicio del poder se fue modificando a lo largo de la historia. Antiguamente se ejercía el poder sobre la totalidad de la sociedad, pero al complejizarse la red de relaciones hay elementos que se escapan a su control; se hace necesario, entonces, un nuevo mecanismo que controle las cosas y las personas en cada detalle, de esta forma el poder se ejerce sobre el individuo y no sobre el cuerpo social en su totalidad.

Esta técnica de individualización se ve aplicada en el ejército y en la educación.

En la escuela se hace cotidianamente uso de técnicas de mantenimiento de poder y control del otro sin siquiera notarlo. Al concentrar cientos de alumnos, se busca la forma de que cada educando este bajo la vigilancia constante del docente; así aparecen las notas cuantitativas, los exámenes, los concursos, etc., que representan la posibilidad de " clasificar a los individuos de tal manera que cada uno esté exactamente en su lugar, bajo los ojos del maestro o en la clasificación – calificación o el juicio que hacemos de cada uno de ellos" (foulcault, "Las redes del poder"). Por ejemplo, la ubicación en fila no es casual, permite individualizar a cada uno y ejercer un control sobre ellos.

Como en los grupos, en una clase social, en la sociedad existen mallas de poder y cada individuo tiene una localización exacta en esa red de poder.

La violencia es un fenómeno sobre el cual experimentamos muchas vivencias. Nos rodea y la mayoría de las veces como una presencia " invisible" acompaña nuestras interacciones diarias.

En nuestro mundo privado, familia y amigos, buscamos por todos los medios evitar que el maltrato circule y nos dañe; pero la violencia se desarrolla en diferentes ámbitos: social, político, económico, y por supuesto el familiar. Sin embargo, en nuestra sociedad, consideramos a la familia como un reducto de amor en donde nos parece inaceptable la coerción física o psíquica.

La violencia doméstica o familiar no es un problema moderno, pero sólo en las últimas décadas la sociedad parece preocupada por ponerlo de manifiesto y hallar soluciones.

*¿QUE ES EL BULLYING O VIOLENCIA ESCOLAR*?

Es un fenómeno que se ha empezado a estudiar como respuesta a la creciente violencia escolar, específicamente el maltrato e intimidación que se manifiesta cotidianamente, entre los niños, niñas y adolescentes. Este comportamiento agresivo se da con la intención de agredir a otro con la finalidad de causarle un daño; es persistente, y repetitivo ya que puede durar semanas, meses o incluso años.

El bullying se caracteriza por un abuso de poder (desequilibrio de fuerzas) y un deseo de intimidar y dominar al otro. Se da entre iguales (la diferencia de edades no debe ser mayor a 3 años) y sucede entre una o varias personas, aunque por lo general se lleva a cabo entre varias personas, dejando a la víctima en total indefensión.

El agresor intimida agrediendo a la víctima sin ninguna provocación, causando un daño físico y/o emocional, que se manifiesta con un descenso en la autoestima, estados de ansiedad e incluso depresión, dificultando su integración en el medio escolar y el desarrollo normal del aprendizaje. A su vez el agresor aprende que por medio de la violencia puede llegar a lograr sus metas, tomando decisiones impulsivas y poco asertivas.

De igual manera esto afecta a los demás compañeros que son espectadores o testigos, ya que ver este fenómeno como “natural” hace que la población se insensibilice ante la “violencia”.

Estas situaciones están resultando bastante comunes en los centros educativos (colegios e institutos), y pueden llegar a ser muy dañinas para quienes las sufren, normalmente en silencio y soledad.

Más que la acción en sí misma, lo más importante son los efectos que produce entre sus víctimas. Nunca se debe subestimar el miedo que un niño, niña o adolescente intimidado puede llegar a sentir.

Por tanto, estas situaciones de acoso, intimidación o victimización son aquellas en la que un alumno o alumna está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que llevan a cabo otros compañeros, entendiendo por acciones negativas tanto las cometidas verbalmente o mediante contacto físico, como las psicológicas de exclusión.

No hay que confundir estas situaciones con los típicos altibajos que se producen en las relaciones entre los alumnos, especialmente a lo largo de la etapa de la pre-adolescencia y adolescencia. Los problemas de comportamiento, indisciplina, los conflictos y las malas relaciones entre iguales, son fenómenos perturbadores, pero no son verdaderos problemas de violencia, aunque pueden degenerar en ellos, si no se resuelven de forma adecuada.

Para prevenir y atajar posibles brotes, es muy conveniente centrar el tema y aclarar entre todos de qué estamos hablando y no pensar que "todo esto es normal entre escolares" ni que "se trata sólo de bromas".

*José Luis Alcántara es Terapeuta Clínico, con 2 maestrías en Terapia Familiar y candidato a Dr. En Terapia Matrimonial.
Actualmente es Gerente de programas Antibullying en Fundación en Movimiento, A.C.