Esta semana se celebró la Primera Cumbre Ciudadana que tenía como propósito avanzar en la construcción de un México pacífico y justo.
La Cumbre fue una asamblea sin precedentes en la que se concentraron integrantes de más de 300 organizaciones civiles que luchan por definir las acciones a seguir para incidir en las decisiones de las políticas públicas, consensuar una agenda común desde la diversidad, fortalecer a las organizaciones de la sociedad civil, llamándolas a la acción para construir juntos el País que queremos, y entregar sus demandas a los candidatos a la Presidencia de la República.
De inicio, en su diagnóstico expresaron que México está desgarrado, fracturado, hecho pedazos; de ahí que sea preciso rehacerlo, revivir la esperanza.
Uno de los ejes que definieron las líneas de acción de las organizaciones fue el de transparencia, rendición de cuentas, acceso a la información y medios.
Algunos de los líderes reconocieron que la sociedad civil organizada no ha logrado imponer costos y consecuencias a la clase política y gobernante del País, la cual no le teme lo suficiente como para adoptar su agenda y priorizarla sobre los intereses de grupo, y enfatizaron que las voces ciudadanas deben imponerse en la agenda pública de los gobernantes y políticos a través de consecuencias a las decisiones políticas, para acabar con el “no pasa nada”.
También expresaron: “Nos quedamos cortos a la hora de hacer política, nos falta amarrar porque no sabemos imponer costos a nuestros interlocutores”.
Otra debilidad que los participantes de la Cumbre reconocieron en las organizaciones, es la de los vínculos de articulación con la sociedad en general, pues ante el deseo de mantenerse vigentes en coyunturas políticas, no se definen prioridades. Establecieron que es urgente la organización para logar el empoderamiento ciudadano.
Una de las demandas más fuertes de la Cumbre, presentada por organizaciones orientadas a dar seguimiento a la calidad educativa, fue que se deroguen las normas que dan al SNTE el control de las plazas docentes e instituir un servicio de carrera basado en el desempeño y capacidad que reconozca a maestros, directores y supervisores como servidores públicos. Igualmente demandan crear una nueva relación laboral entre el Estado y los trabajadores de la educación, que sea justa, trasparente y democrática. Acerca de la evaluación, se concluyó que ésta fuera periódica y obligatoria para todos los docentes, y que incluya a directores y supervisores, y apremiaron a que el Estado recupere la rectoría de la educación.
Sobre la Reforma Política, la Cumbre propuso cuestiones tan interesantes como urgentes, aunque en el contexto actual parecen inalcanzables: Reducción al financiamiento de los partidos políticos, proporcional a la cantidad de votos válidos obtenidos independientemente del número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral y que se reforme el marco jurídico que rige a los partidos políticos, a fin de garantizar que sean sujetos obligados de transparencia y rendición de cuentas.
Los candidatos a la Presidencia de la República se comprometieron a firmar los compromisos. Andrés Manuel López Obrador solicitó trabajar juntos para concretar proyectos que logren combatir la corrupción, la impunidad y que generen seguridad y justicia.
Texto publicado en Vanguardia.com.mx por Rosa Esther Beltrán | Ver en contexto original
A continuación, el documento integro presentado a los candidatos:
Galería de imágenes de la presencia de Fundación en Movimiento en la cumbre ciudadana: