La escena se repite: un agresor (de los dos sexos) intimida, maltrata o amenaza a una víctima dejando ver un gran desequilibrio de fuerzas. El escenario: un centro de enseñanza. Por este motivo muchos menores de edad ya no quieren ir a la escuela. Un lugar que se ha convertido en sinónimo del infierno.
Es el caso de Yaretzi, de 10 años, que llegó incluso a sufrir violencia física. “Un día sonó el teléfono y al contestar era la subdirectora de la escuela quien me dice que vaya rápido, ya que mi hija había tenido un altercado con otra niña y le habían abierto su cabeza y la veía muy mal”.
Lo relata así Laura Gómez, madre de Yaretzi, en la página de la asociación “Fundación en Movimiento”, a donde esta familia, desesperada, acudió en busca de ayuda. Esta institución combate el 'bullying' por medio de la prevención, concienciación, alianzas gubernamentales, apoyo a víctimas, campañas propositivas y capacitación a maestros.
Según los médicos que trataron a Yaretzi, es muy probable que ésta presente secuelas físicas de por vida a causa de los golpes recibidos. Por la gravedad de las lesiones, además, tuvieron que levantar acta ante el Ministerio Público.
A María, madre de Sara, de 11 años, quienes prefirieron usar otros nombre, le cuesta mucho compartir la historia de su hija y durante la entrevista el timbre de su voz transmite un profundo dolor. “Hoy mi pequeña no fue a la escuela”, lamenta.
Según su testimonio, “una niña le hizo la vida imposible a mi hija durante todo el año pasado. Consiguió dejarla completamente sola y le quitó a todas sus amigas”. En su caso no encontró apoyo por parte de la Dirección del centro escolar, para quien el supuesto acoso padecido por Sara era una invención.
María comenta que fue notando cambios en el comportamiento de su hija de forma paulatina: depresión, angustia y problemas para conciliar el sueño. Al encontrarse desamparada, se puso en contacto con la Fundación en Movimiento.
Rechazo social
El 'bullying' o acoso escolar es un problema que tan sólo en la Ciudad de México afecta al 77 por ciento de los estudiantes de educación básica y media superior, de acuerdo con el informe de la Secretaría de Educación Pública sobre violencia escolar. Este anglicismo se refiere a toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre escolares, de forma reiterada y a lo largo del tiempo.
Con Sara, afortunadamente, la intimidación por parte de su agresora no llegó hasta las manos. Se trató de un ataque verbal con insultos y difamaciones; psicológico, haciendo sentir a la víctima insegura, así como social, al aislarla y rechazarla.
Aunque parezca que este tipo de acoso reviste menos gravedad que cuando existe un daño físico, las consecuencias pueden ocasionar un posterior desorden emocional importante en la víctima.
Trixia Valle, Directora general de la Fundación en Movimiento y autora del libro ¡Ya no quiero ir a la escuela!, señala que “el 'bullying' es para un niño la primera muestra del rechazo social que puede crear en él/ella un concepto equivocado sobre su persona, ya que el auto concepto se conforma de las ideas tomadas del exterior llevadas a nuestros propios pensamientos y se convierten en creencias fijas sobre uno mismo. En la vida adulta al tener un bajo auto concepto (pensar mal de mí) conduce a una baja auto estima. En casos graves el 'bullying' puede conducir a la sociopatía y a otros trastornos de la personalidad”.
Según los expertos, el suicidio puede ser una opción para quien lo sufre, ya que lo ven como única salida a sus problemas. Desde el Instituto Nacional de Psiquiatría de México se calcula que de seguir avanzando el problema, en el 2020 el suicidio será la primera causa de muerte entre los jóvenes.
Trixia Valle, que también sufrió 'bullying' en su infancia, cree que “ayuda mucho el que exista un contexto de claras reglas de convivencia, fomento a la prevención y apoyo a quien lo sufre. Sin embargo, los niños y jóvenes actuales no quieren que les digamos qué hacer, sino cómo hacerlo. Por ello, un programa que solo les diga qué hacen mal funciona medianamente”.
La escritora añade que desde la fundación que dirige, no sólo explican qué es y de dónde viene el 'bullying', sino que dan, a través de la campaña “Ser buena onda SIEMPRE está de moda”, alternativas para una sana convivencia.
Prevención
Recientemente, el 'bullying' ha sido tipificado como una enfermedad y como tal, una víctima puede recibir una indemnización por los daños físicos y psíquicos ocasionados. “Un diagnóstico peligroso”, en opinión de Valle, ya que “crear indemnizaciones para las víctimas puede convertirse en una forma de hacer mal uso de una tragedia o de difamar a otros”.
Por eso, más que una enfermedad, Valle opina que el 'bullying' “es un fenómeno social a consecuencia de que los adultos no hemos cuidado suficiente a nuestros niños al crear un contexto que proteja su inocencia. Existe actualmente demasiada pornografía, violencia explícita, desensibilización al dolor ajeno y miedo. Estos factores afectan al niño desde su estructura y por ello reaccionan colectivamente de forma violenta”.
Como tal, el 'bullying' es una realidad que debe erradicarse desde distintos frentes como son: la familia, la escuela y la sociedad. Los padres deben estar muy pendientes de las señales presentes en sus hijos que ayuden a detectar si son víctimas de acoso escolar.
A la pregunta de “¿Qué conduce a un menor a ejercer este tipo de violencia sobre otro menor?”, la directora de la fundación responde que “copiar conductas negativas, tener demasiado enojo contenido por situaciones de bullying sufrido o maltrato familiar, estar demasiado estimulado hacia la violencia o ser un niño sin límites claros y que no sabe cómo comportarse por ello. Muchas víctimas en edades tempranas se convierten en agresores por miedo a volver a sufrir lo mismo”.
A modo de prevención se debe mantener una comunicación abierta con los hijos. Si se les hace sentir que pueden contar con sus padres tendrán más confianza para compartir sus inquietudes y problemas, y querrán acudir a la escuela como lo que es: un centro para aprender a desenvolverse por la vida lejos de la violencia.
Ver Artículo en contexto original | Vía Univisión