Vamos a iniciar hablando de las emociones.

Algo importante que debes saber, es que las emociones nos impulsan a actuar, a movernos en una dirección, a tomar decisiones y a advertirnos de que algo va bien o mal. Se puede decir que son una guía de nuestro comportamiento y nuestra satisfacción o insatisfacción en la vida.

Las emociones inician siendo sensaciones. Una sensación es aquello que logramos sentir y percibir con nuestros sentidos, y que, a través de los neurotransmisores, esa información llega a nuestro cerebro para traducirla en una reacción, la cual puede ser una mirada con más brillo de lo normal, un palpitar acelerado del corazón, una sudoración incontrolable, unas mejillas coloradas, etcétera. Después de unos segundos, esa sensación transforma en emoción.

De acuerdo con el psicólogo Daniel Goleman, las emociones básicas (miedo, enojo, tristeza, alegría, sorpresa y aversión) permanecen en nosotros máximo dos minutos. Sin embargo, si éstas continúan en nosotros por los pensamientos, recuerdos o ideas que comenzamos a tener, pasan a convertirse en sentimientos, los cuales pueden durar horas, días, semanas, meses, años e incluso toda la vida. ¿Conoces a alguna persona que viva por años con el algún sentimiento como la ira, nostalgia o depresión?, ¿te imaginas qué tipo de decisiones rigen su vida?, ¿te has puesto a reflexionar con qué sentimientos te comunicas?

Ahora, vamos a hablar de las decisiones, pero te quiero compartir una muy específica, la de ser mamá.

Antes de ser mamá me hubiera gustado saber toda la responsabilidad que implica. Por ejemplo, no sabía que la salud de la mamá influye en el desarrollo de nuestros hijos, que los altos niveles de estrés y ansiedad en el embarazo se pueden asociar a partos prematuros, abortos espontáneos, cambios en los movimientos del bebé e incluso, a un aumento en la probabilidad de preeclampsia.

Hoy sé que la familia en la que los bebés crecen es un factor importante en el desarrollo del niño o la niña.

Hoy sé que los niños que nacen, crecen y se desarrollan en ambientes libres de violencia, que son educados con valores como la generosidad, responsabilidad, empatía, por mencionar solo algunos, en el futuro serán seres humanos felices, seguros, proactivos, valientes, creativos y determinados.

¿Qué deseo transmitirte con esta información?

  1. Que cuando tomes una decisión, seas consciente de las implicaciones que tendrás, ya que éstas no solo te afectan a ti, sino también afectarán a más personas.
  2. Que cuando digas ¡sí! o ¡no!, a algo o a alguien, lo hagas con la razón y no con la emoción; así que trata de tener claro los pros y contras de lo que dices.
  3. Que, si eliges formar una familia y dar vida, consideres que es importante tu bienestar físico, mental y emocional; ya que, si tú estás bien, en consecuencia, tu familia va a estar bien.
  4. Que recuerdes que la familia es el núcleo de la sociedad, por lo que te invito a contribuir a tener una sociedad libre de violencia. Ten presente que todo empieza desde casa.

Para concluir, te comparto que en Fundación en Movimiento contamos con programas, proyectos, cursos, talleres, conferencias y diplomados que se enfocan en la prevención y atención del acoso escolar y laboral; así como de promover la educación para la paz.

Como capacitadora de la Fundación, me es grato decirte que nunca dejas de aprender y que estamos en constante formación porque trabajamos unidos por una cultura de paz.

Ahora te pregunto, ¿te unes para vivir en una sociedad libre de violencia?

¿Qué dices?... ¿aceptas?