Aquí la pregunta es: ¿quién es el culpable?

Es evidente que nadie debe de ser molestado ni acosado por ningún aspecto o circunstancia, así como es obligación de las autoridades reconocer que estos hechos suceden y que es urgente actuar de manera pertinente y eficaz. Sin embargo, también hace falta que los estudiantes desarrollen habilidades para poder interactuar de forma empática e inclusiva en sus círculos de socialización.

En la etapa escolar es muy común que los adultos, autoridades o los mismos estudiantes no presten importancia cuando les toque presenciar una agresión física o verbal, al contrario, llegan a normalizarlo con justificaciones como “es muy común que así jueguen” o que incluso se limiten a grabar con su celular, pero la violencia no debe ser normalizada en ningún momento.

Tomemos este caso para reflexionar y comenzar a observar qué sucede a nuestro alrededor, no dejar pasar por alto ninguna señal de bullying y prestar nuestra ayuda cuando es requerida.