Es necesario empezar a reconocer que estamos en una era en la que los métodos de crianza son muy opuestos: hay madres y padres que educan desde lo que aprendieron de sus abuelos, enfocados a valores impuestos y con reglas bien definidas, que de no cumplirse, tendrán una sanción; y también nos encontramos a aquellos que crían desde la libertad y autonomía, pues precisamente la apertura y libertad de expresión sin límites que ofrece el internet y las redes sociales, está creando una generación que se caracteriza por crear sus propias normas, usar los medios digitales para expresarse (muchas veces con falta de empatía y sin pensar si con sus discursos lastiman, ofenden o humillan a los demás). La forma de educar a niñas, niños y adolescentes, sin profundizar en que se trate de “la vieja o la nueva escuela”, debería de estar enfocada en desarrollar a personas que pongan primero su bienestar, sin que eso implique estar en conflicto con otro u otros; en menores que tengan desarrollado su pensamiento crítico y autoestima fortalecidos para que sepan recibir una llamada de atención o regaño como parte de su crecimiento personal y a la vez, para que sepan cuidarse a sí mismos de los ataques (como el bullying) y sean capaces de cuidar a los demás.

Con esto podemos apreciar con claridad la dualidad de la generación Z o centennial, en la que son más abiertos a expresar sus inconformidades (incluso aunque eso lastime a otr@s), pero también son más vulnerables o como coloquialmente se les llama: “la generación de cristal”. Si bien es cierto que, al darles libre acceso a la tecnología, les dimos más libertad y menos límites de los que nunca tuvimos, también es cierto que nos ha faltado darles habilidades sociales y emocionales para que puedan aprovechar y disfrutar de los beneficios de tal libertad. Algunas de estas habilidades que los pueden ayudar a mejorar su forma de interactuar física y virtualmente, pueden ser: autoestima, autocuidado, gestión e inteligencia emocional, empatía, solidaridad, asertividad, pensamiento crítico, etc., todas las que nos conducen hacia la Paz, partiendo desde lo individual para llegar a crear una cultura de Paz en la que todas y todos estemos involucrados.

Si bien es cierto que, en este caso de trató de un alumno de secundaria, las burlas hacia las condiciones de vida de otros empiezan desde edades tempranas y son usadas para humillar y lastimar. En el curso "Superhéroes de las habilidades socioemocionales" enseñamos a niñas y niños de entre 7 y 12 años a ser empáticos, a elevar su autoestima y a convivir de forma sana y armoniosa con los demás; en este curso aprenden a crear ambientes de paz por si mismos. ¡Inscríbelos aquí! Comenzamos el 15 de agosto.

¿Qué opinas sobre la acción del papá? ¿Consideras que fue una buena forma de enseñarle a su hijo a ser más empático? ¿Crees que no debió publicar el video para no exhibir al menor o si debió para concientizar a otros padres de familia?