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Durante el ciberacoso no hay treguas ni consideración alguna

Fotos íntimas, amenazas y difamaciones públicas, fueron sólo algunas de las manifestaciones del ciberacoso que sufrió José Francisco, el viralmente conocido como #LicValeriano. Lo más difícil en casos así, es que hasta las personas más allegadas se suman a los ataques, tomándolo a juego sin valorar esa cercanía para preguntarle al afectado: ¿cómo te sientes? ¿cómo te está afectando? o ¿cómo puedo ayudarte?

Una de las razones por las que es más difícil disminuir el ciberacoso, se debe a la falta de cultura de la información y uso de habilidades sociales y emocionales en nuestra interacción virtual. Desconocemos el contexto real, no nos tomamos un tiempo breve en leer, ni tampoco en tratar de comprender qué pasaría si ese meme o video viral fuera sobre mi o sobre alguien que me importa.

¿Nosotros podríamos ayudar sin ser parte de un ataque?

Desde que llegaron las redes sociales, nos hemos limitado a verlas como mero entretenimiento y no consideramos todas las transformaciones reales que han traído consigo: nos han permitido ser solidarios en casos de desastre natural o tragedia social, nos ayudan a reunir masas para levantar la voz a favor de las mujeres, de los animales, del medio ambiente, etc., nos han acercado a las personas que viven lejos de nosotros, nos permiten aprender a través de tutoriales y mucho más; pero también han demostrado la crudeza de la violencia, la desigualdad y la incoherencia.

¿Por qué no aprovechar esa inmensidad de opciones que nos ofrecen los medios digitales para fomentar las cosas que son positivas? ¿Por qué no ayudamos a alguien, aunque no lo conozcamos?

Podríamos comenzar por no difundir un meme que tenga el rostro de alguien y eso, es ya un gran paso.

Cuando logras superar el ciberacoso, los aprendizajes son muchos

En la segunda cápsula de esta historia, Francisco Valeriano nos cuenta cómo varias personas se hacían llamar representantes de la marca que aparecía en la foto viral e intentaban extorsionarlo y amenazarlo. La prensa amarillista no fue la excepción, pues las llamadas o visitas que recibía en su despacho lejos de ser de clientes interesados en su trabajo, eran periodistas buscando una nota morbosa con el único fin de ganar lectores y no de darle voz para explicar lo sucedido.

Lamentablemente, hasta que no nos sucede a nosotros, no buscamos erradicar el verdadero problema de fondo: El Ciberacoso.

Un buen inicio sería modificar nuestra realidad mediática; si somos conscientes de que no sólo quien se hace viral en redes sociales merece atención, nuestros likes o comentarios, podrían ayudar a evitar casos como #LicValeriano.

“Respeto, paciencia, tolerancia y no perder de vista quién eres” es el consejo que Francisco Valeriano Cruz comparte con nosotros en este segundo video en el que nos cuenta quiénes nunca dejaron de ofrecerle cariño y apoyo en los momentos más difíciles de los ataques.

 

 

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